Nuestra trayectoria durante estos años de labor fue la fe y la perseverancia del trabajo diario con los enfermos y necesitados. Abrazándolos…visitándolos…acompañándolos espiritual y socialmente en su proceso de victoria que Dios uso para mostrar su gloria y su poder.

Porque por fe andamos, no por vista.

Mirando las cosas que no se ven, avanzamos como ministerio por fe, logrando todo lo que Dios quiere porque en El creemos. No dejando que ninguna situación modifique nuestro gozo y nuestro creer en el Dios Supremo que nos llamo a servirle. Por medio de nuestra fe podemos alcanzar a Dios, con nuestra fe podemos recibir los milagros que Dios tiene para cada uno de nosotros. Con nuestra fe podemos tocar a Dios. Con nuestra Fe podemos ser transformados y restaurados por Dios.

Porque como dice su escritura:

    “Asi que la Fe es por el oir; y el oir, por la palabra de Dios”

    (Romanos 10:17)